viernes, 10 de junio de 2011

RELATO FANTÁSTICO.

Mega Moon contra el mal.


Luna era una perrita French Poodle, la cual vivía en una casa de clase media con una hermosa familia; era la adoración de hogar y la alegría de las niñas de la casa. Luna era una perrita cualquiera; hasta que un día su  dueña, Juanita le dio arvejas, al comer una de ellas, Luna experimentó  un cambio en su cuerpo, corría mucho más rápido, era mucho más ágil, su cuerpo ganó una fuerza impresionante, podía volar y hasta hablar.

Juanita se dio cuenta de esto y al principio se sintió algo asustada, pero comprendió que era un poder con el que Luna podría hacer muchas cosas buenas. A los siguientes días Juanita y Luna iban por la calle, cuando de repente vieron como un ladrón robaba a una ancianita; Luna que habia comido arvejitas, Salió corriendo detrás del ladrón, pegó un súper brinco y le mordió con tal fuerza, que el malandro soltó  el bolso de la anciana y Luna con rapidez  lo agarró con su trompita y corrió a donde Juanita y la ancianita, la señora agradecida, las invitó a su casa a tomar té con galletitas y a Luna le regalo un gran huesito con el que ella quedó dichosa.

Luna y Juanita se dieron cuenta del bien que podían brindarle a la sociedad; Juanita aunque con  un poco de miedo, decidió apoyar a Luna para que fuera Mega Moon; de inmediato Juanita de tomó la tarea de diseñarle un trajecito de súper heroína y se lo dio a su abuelita para que lo hiciera, con la excusa de que sería el próximo disfraz de Luna para Hallowen.

Mega Moon comenzó a combatir el mal y empezó  a ser reconocida por la gente, salía en periódicos, revistas, radio y televisión; su fama crecía día a día y cada vez más derrotaba a los peores delincuentes; para el Hallowen todos las perritas  fueron disfrazadas de Mega Moon. Juanita y Luna se sentían felices  por todo lo ocurrido, pero debían ser muy cautelosas con su identidad, pues su seguridad estaba en peligro; Mega Moon tenía ya varios enemigos, no sólo en las calles, si no los ocultos, los más peligrosos.

Ya se acercaba la Navidad y para esas fechas se inauguraría el centro comercial más grande de latino América y el alcalde le pidió ayuda a Mega Moon; ella encantada aceptó y estaría pendiente de todo el evento, lo que no sabía era que se enfrentaría a su mayor reto, el mayor enemigo oculto aparecería  -los oscuros-; la banda más grande de delincuentes; el jefe de la banda no hacía más que mofarse de Mega Moon, lo hacía de su tamaño y de su traje con su huesito; pero no sabía lo equivocado que estaba.

Los oscuros entraron al lugar por la parte superior rompiendo el techo de cristal, amedrantando a la gente; su objetivo principal era el alcalde, pretendían secuestrarlo y cobrar una gran suma de dinero por su rescate; finalmente llegaron a el objetivo, Mega Moon esperó el momento indicado, comió un par de arvejitas y voló tan alto, prendiéndose de uno de los cables, enredó a un grupo de delincuentes de tal forma que no se pudiera desatar, la policía se encargo de ellos e inmediatamente Mega Moon se fue a rescatar a el alcalde y a Juanita, que se encontraban en peligro; el amor por Juanita la lleno de enorme fuerza, tanto que su cuerpo se torno tan pesado como el acero, cogió gran impulso y el impacto contra los maleantes que faltaban fue demasiado fuerte, expulsándolos por un ventanal; ya todos estaban fuera de peligro. La gente celebró la victoria de Mega Moon, el alcalde la condecoró y le dio la llave de la ciudad.

Finalmente Mega Moon fue reconocida no sólo nacionalmente; obtuvo grandes propuestas para trabajar con la CIA, donde tendría excelentes beneficios; pero ella decidió quedarse al lado de su familia, de su adorada Juanita, brindándole protección  a ellos y a toda la gente de la ciudad. Mega Moon será recordada con el pasar del tiempo, como la heroína más pequeña, pero con el corazón más grande en el mundo.



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