“La opinión de los demás sobre ti no tiene que volverse tu realidad”
Desde varios años atrás los medios masivos de comunicación, en especial la televisión, nos ha vendido modeles de perfección y belleza, afectando principalmente a las mujeres, incitando en ellas un deseo de imagen corporal perfecta, manifestando una obsesión impuesta por prototipos de vida, donde el aspecto físico es el boleto seguro para el éxito y la felicidad; en fin una aceptación social, desarrollando la cultura de la delgadez, debido a que un físico fuera del canon de belleza, entra a ser observado y criticado fuertemente, generando rechazo, lastimando directamente el autoestima y dejando totalmente vulnerable a la mujer a cualquier tipo de peligro; el afán por la aceptación social, viniendo consigo el riesgo de enfrentarse a la Anorexia y la Bulimia. También es cierto que la estética y la salud van de la mano y que una buena figura se puede lograr con actividad física. ¿Qué tan favorable es que los medios masivos nos vendan una imagen de mujer perfecta, induciendo a seguir el prototipo de un cuerpo escultural?
[1]“Nunca te conviertas en una víctima. No aceptes la definición de tu vida por lo que te dicen los demás. Defínete a ti mismo”. Harvey Fienstein. Esta frase entra como anillo al dedo para este tema. Teniendo constantemente alienación a nuestro alrededor donde vemos modelos de perfección; donde existe un anhelo constante de aceptación por el físico, es normal que la vulnerabilidad en una mujer aumente y que muchas se pueden sentir afectadas, ciegas y sin consciencia de sus actos por el afán de una figura deseada y aceptada por la sociedad.
Es increíble y además alarmante saber que mientras hay niños en el mundo que muera de hambre, de desnutrición; no por obtener una figura esbelta o por agradar a la sociedad, si no porque en verdad no tienen un plato de comida en su hogar; hay mujeres en Colombia y en el mundo, desde cortas edades que rechazan la comida solo por sentirse aceptadas en un mundo materialista, iniciándose en un “estilo de vida” como ellas lo llaman; totalmente destructivo.[2]”Colombia no es ajena a este problema. En este país se calcula que al menos dos de cada cien adolescentes que tienen suficiente comida, sufren anorexia, sufren anorexia o bulimia. Este resultado lo arrojó el estudio realizado por la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional de Colombia. Aquí se concluyó además que cerca de 80.000 jóvenes entre 14 y 19 años padecen anorexia o bulimia”.
Es mucho más preocupante cuando entre un rango de edades del grupo de riesgo hay niños de 12 a 15 años, en las que suscita una posibilidad de una personalidad no estructurada y mucho más vulnerable a el ataque de los medios de comunicación donde se transmite todo el tiempo la belleza, induciéndolas a sentirse en la obligación de obtener cuerpos perfectos, dejando de lado su salud sin importar las consecuencias.[3]En Medellín, la Universidad de Antioquia descubrió que el 17.7% de las niñas del grupo de riesgo, entre 12 y 21 años, padecen la enfermedad. La población que se tomó en cuenta para este estudio fue Medellín y su área metropolitana”.
Es aquí cuando las principales amenazas disfrazadas de “amigas” o soluciones rápidas, atacan; estas son la anorexia y la bulimia, también conocidos como [4]”Ana y Mia”; de este modo las mujeres optan por esta “solución” y empiezan a presentar un tipo de trastorno o enfermedad mental; donde en la primera se desarrolla pérdida de peso debido a un intenso miedo a la obesidad, la victima prácticamente no como o realiza dietas severas, se siente gorda cuando esta extremadamente delgada y en un breve período de tiempo pierden gran proporción de peso. En la segunda hay una excesión de alimentación en un espacio corto de tiempo, con una preocupación exagerada por el peso, que induce a conductas no sanas, donde la afectada recurre a laxantes y vomito autoprovocado.Finalmente las mujeres con este estilo de vida nunca comprenden el riesgo al que se enfrentan; siempre se observan gordas y desagradables y desarrollan una falta de autoestima con conceptos erróneos de belleza.
En conclusión el mundo actual se mueve en una sociedad consumista, de imagen, donde los medios nos manipulan a su convicción, influenciando en gran manera nuestras vidas. Podemos observar la magnitud del problema que las mujeres que padecen de anorexia y bulimia acarrean al decidir llevar este estilo de vida, estimuladas por el prototipo de belleza que venden los medios; magnitud que ellas
no comprenden y siguen en su afán de aceptación social, sobreponiendo por encima de su salud la realización de un mundo de imagen, que jamás les dará las gracias por sus esfuerzos de autodestrucción camuflados en una felicidad finalmente efímera.
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